Cristo 52
Antiguo Seminario Conciliar de San Ildelfonso
Programa de Maestría: Historia de Puerto Rico y el Caribe
Ensayo Reflexivo y Analítico sobre la Historia
y
El papel que juega en nuestras vidas en el Puerto Rico de hoy
Ryand Omar Feliciano Sánchez
Número de Estudiante: M1602-006
Curso: Hist. 652 Teorías y metodologías de la investigación histórica I
Sección: 14 S. 1:00 pm – 3:00pm
Prof: Mario Cancel Sepúlveda
Historia: Definición y papel que juega en mi vida
Toda persona que persiga el objetivo de ser un historiador o desempeñarse como docente, en la enseñanza de la historia, le es necesario poseer el conocimiento y dominio de la misma. Aunque un gran peso recae en el análisis e interpretaciones de las fuentes y de los acontecimientos del pasado, es de suma importancia entender lo que es el concepto “historia”. Si no se tiene claro lo que significa, entonces ¿cómo se puede discernir si lo que realmente se está enseñando o interpretando es historia y no una fábula? Definir este concepto es más complejo que decir: “algo que aconteció”. No es menos cierto que esta va en la búsqueda de entender e interpretar los eventos del pasado pero su interpretación no se puede limitar al suceso por si solo ya que puede estar influenciada por otros factores como: la teología, filosofía, humanidades, ciencias sociales, literatura y lenguaje. A continuación se estará construyendo una definición sobre la disciplina de la historia tomando en cuenta la relación que existe con los factores previos expresados y como esta juega un papel en mi vida en el Puerto Rico de hoy.
Cuando se hace la pregunta: ¿qué es historia?, es como algo automático que uno tiende a pensar en el pasado. Por eso no debe de extrañarle que el comunicador argentino Julián Pérez Porto la definiera (en el portal “definicion.de”) como “la ciencia social que se encarga de estudiar el pasado de la humanidad”. Esta definición se limita solo a los sucesos pero no abunda en lo que influenció al mismo. Heródoto (considerado el padre de la historia) tiene una visión diferente sobre lo que es esta. Alrededor del año 425 A.C este escritor y geógrafo publicó su magnum opus: un largo relato sobre las Guerras Greco-Persas (499-479 A.C) que él llamó “Las Historias”. La palabra griega "historie" significa "investigación". Antes de Heródoto, ningún escritor había hecho nunca un estudio sistemático y profundo sobre el pasado o había tratado de explicar la causa y el efecto de sus acontecimientos. Este mientras viajaba, recogía lo que él llamaba “autopsias” o “indagaciones personales” que constaban de los que escuchaba sobre mitos y leyendas, registraba historias orales y tomaba nota sobre los lugares y cosas que veía. Su definición se basaría en “un recuento riguroso de los hechos, a través de indagar, buscar, preguntar, reflexionar sobre el pasado, para dar una explicación objetiva de los sucesos”. En pocas palabras, la historia se recrea y/o realiza a través de la investigación para probar su veracidad. Coincidiendo con la definición de Heródoto, no se puede relatar una historia si no la analizamos e investigamos dentro del contexto que esta se desarrolla. Una definición preliminar (sin tomar en cuenta los otros factores) sería la acción de recopilar información e investigar sobre los eventos del pasado para comprender como estos influyen en la humanidad dentro del contexto en que se desarrolla.
Como la historia puede tener un significado diferente dependiendo el objetivo del historiador, debemos tomar en cuentas los factores que la pueden influenciar. Unos de estos es la teología. En el diccionario Merriam-Webster la define como “el estudio de la fe religiosa, la práctica y la experiencia; Especialmente: el estudio de Dios y de la relación de Dios con el mundo”. Personajes como Moisés (en la Torá) y Mahoma (en el Corán), intentaron de explicar la historia de la humanidad dándole un origen sobre natural donde Yahvé (Dios para los hebreos) Alá (Dios para los musulmanes) crea el universo y luego al ser humano. Ambos libros, a pesar de ser de carácter religioso, recogen en parte la historia de sus pueblos atribuyéndoles sus victorias o derrotas conforme a la actitud de obediencia o rebeldía ante Dios. Para ellos Dios es el principio y el final de la historia humana. Para el historiador los límites del compromiso teológico en la historia serán determinados principalmente por las creencias del mismo. Una escritura teológica surge (“supuestamente”) de la inspiración, interpretación o revelación de un ser sobrenatural. Esta, no pretende ser "objetiva" o "imparcial" de acuerdo con los objetivos de la escritura histórica por tal razón, pueden ser categorizadas (en términos modernos) como altamente "subjetivos". Si la teología como tal implica un encuentro con un ser sobrenatural, entonces la investigación histórica también puede ser descrita en términos de un encuentro: entre el historiador y el documento del pasado. La actividad central de ambas disciplinas no implica meramente la observación sino, antes de esto, un acto consciente de interpretación. La historia de la teología cristiana, así como la historia occidental, tiende haber comenzado con la experiencia judía del tiempo, que estaba fundamentalmente ligada a la acción de Dios en la tierra. Esta relación se nota en la conquista y la colonización de América que fue legitimada por EL Papa Alejando IX (a través de las Bulas de Alejandrinas) donde autoriza la conquista y evangelización de las naturales basándose en una teología que como representante de Dios en la tierra, tenía la autoridad de disponer de estas tierras otorgándoselas a los hijos de Dios. En pocas palabras, la historia de La Conquista de América se puede decir que es la historia de la Iglesia en este “nuevo continente”. Para un teólogo la historia puede significar: el análisis, investigación e interpretación de los acontecimientos del pasado basados en la relación de Dios y los seres vivientes y las consecuencias que tienes dichos actos en donde Dios es el principio y el fin de la historia.
A diferencia de los teólogos, los filósofos tienen una visión distinta sobre la historia. Estos buscan reflexionar sobre la misma para dar una explicación desde el punto de vista de la razón. Pero ¿qué es la razón? En filosofía se le llama así a la virtud que poseen los seres pensantes para indagar, examinar, reconocer, cuestionar, comprobar conceptos, debatirlos así como de deducir o inducir conceptos diferentes a los que ya se sujeta. Según Kant, la razón es la facultad de expresar principios en oposición al concepto de comprensión. Por lo tanto, la filosofía de la historia debe ser considerada desde el punto de vista de la teoría del conocimiento. Filósofos como Hegel (que se consideraba a sí mismo como una especie de filósofo-Dios) recrea no sólo la historia humana sino todo el universo. A pesar de los errores de Hegel, por la manera en que fue llevado a enfatizar demasiado el aspecto que había descubierto las cosas, es que la filosofía de la historia fue finalmente reconocida como una disciplina filosófica. En el libro de filosofía cristiana “la Ciudad de Dios” de San Agustín, se da una interpretación de la historia humana en la perspectiva del cristianismo (una interpretación que se opuso a las concepciones orientales de las eternamente recurrentes fases de destrucción y regeneración del cosmos). Según la filosofía cristiana, la historia no es un eterno retorno (no se mueve en círculos) y el tiempo es lineal, no cíclico. En esta obra, la teología y la filosofía trabajaron junta con el propósito de sacar a la luz el significado perceptible de la historia. Este es precisamente el objeto general de la filosofía de la historia. Aunque existe verdad en la historia, esta es objetiva ya que todo dato individual y existencial debe ser comprobado. Esta verdad de la historia implica “toda la verdad” que el historiador como un hombre posee y presupone en la razón humana.
En las Universidades de Puerto Rico y otras partes del mundo ubican la historia dentro de las humanidades. Pero ¿será realmente la historia parte de estas? Examinemos lo que significa el concepto “humanidades”. Según el diccionario de La Real Academia Española (2014) se le denomina humanidades “al conjunto de disciplinas relacionadas con la cultura”. Esta se deriva del latín “humanitas” haciendo referencia a los saberes humanísticos. En el portal definicionabc.com la definición comprende “todas las disciplinas que estudian el comportamiento, la condición y el desempeño del ser humano, por oposición de las ciencias naturales que basa su estudio en el análisis de la naturaleza y de los fenómenos”. En pocas palabras, todo lo que es creación humana (artes, lenguaje, cultura, gastronomía y etc.) y sus manifestaciones en la vida de los seres humanos. La historia es creación humana y sin los seres humanos no puede existir porque es su principal autor. Los desastres naturales no pueden contar su historia pero el hombre que los vive si los puede narrar, escribir y estudiar sus efectos en la humanidad. Los teólogos (como se analizó posteriormente) ven a Dios como el principio de la historia pero sin los seres humanos, ¿quién escribiría la historia de Dios? Y si Dios escribiera su historia, ¿a quién la enseñaría si no existiesen los humanos? Pues al ser las humanidades centradas en los seres humanos, es que la historia juega un papel importante ya que para entender las artes, el lenguaje y la literatura hay que analizar el origen que llevó al ser humano a hablar, escribir o expresar su pensamiento de la manera que lo hace. Su relación con las artes, la literatura y el lenguaje vas más o menos a la par. Cada una de ellas son creaciones humanas que básicamente intenta expresar un pensamiento o vivencia. Definiendo literatura: “manifestación de las artes basada en el uso del lenguaje (hablado o escrito) que refleja la época de un país o lugar. El arte es básicamente es “el concepto que engloba todas las creencias realizadas por el ser humano para expresar su visión sensible acerca del mundo, ya sea real o imaginario”; el lenguaje, es “el sistema a través del cual el hombre y los animales comunican sus ideas y sentimiento, ya sea a través del habla o la escritura u otros signos convencionales, utilizando los sentidos”. Se puede establecer la relación con la historia de esta manera: Un historiador, debe ser un buen narrador. Si no se sabe narrar la historia, ¿cómo se pudiera comprender lo que se está comunicando? La narración es un arte, es la manera que efectivamente y entendiblemente se puede contar un suceso. La historia contiene artificios literarios porque (luego de ser analizada y comprendida) va ser escrita (por lo general) con el pensamiento de esa época y para esto se necesita un buen dominio de la gramática y del lenguaje de modo que pueda ser comprendida por la audiencia o lectores que se intenta impactar y/o llevar el mensaje. En pocas palabras, la forma de hablar y escribir refleja el pensamiento del contexto donde se originó la historia. Si esta no hubiese registrado el origen del lenguaje y la escritura, hoy día no lo conoceríamos
No se puede desarrollar una definición más completa de la historia si pasamos por alto su relación con las ciencias sociales. En significados.com se define las ciencias sociales como “el conjunto de disciplinas que se encargan de estudiar, de forma sistemática, los procesos sociales y culturales que son producto de la actividad del ser humano y de su relación con la sociedad”. Por esta razón (en ocasiones) la historia la han ubicado como parte de las ciencias sociales. Las ciencias sociales incluyen la antropología, la sociología, la psicología social, la ciencia política y la economía. La historia es considerada por muchos como una ciencia social, y ciertas áreas del estudio histórico son casi indistinguibles del trabajo realizado en las ciencias sociales. Sin embargo, la mayoría de los historiadores consideran la historia como una de las humanidades. La historia y las ciencias sociales están íntimamente relacionadas y un número de sociólogos (como Auguste Comte) fueron figuras importantes en el desarrollo de los estudios históricos. Karl Marx fue también un gran historiador y sociólogo. Tanto la historia como las ciencias sociales se ocupan del estudio del hombre en la sociedad y sólo difieren en relación de su enfoque. Por eso en los últimos años se percibió que era posible una fructífera interacción entre ambas y Emile Durkheim, Max Weber, reconoció la dependencia inicial de la ciencia social (sociología) con la historia. Aunque, la historia también se beneficia de la síntesis producida por los sociólogos. Los sociólogos ejercieron una profunda influencia en el estudio de la historia mediante el desarrollo de ciertas áreas estrechas de la actividad humana. En resumen, las ciencias sociales ayudan a la historia a estudiar la "dinámica social", que es un estudio no de la sociedad en reposo, sino constantemente en el cambio y el desarrollo social, los procesos sociales y la causalidad social la cual está dando una nueva perspectiva a la historia. En general, lo mejor es considerar la historia entre medio de las humanidades y las ciencias sociales, ya que sus conocimientos y técnicas los impregnan.
Luego de haber analizado todos los factores que pueden influenciar la historia, puedo definirla como la acción de recopilar información e investigar sobre los eventos del pasado para comprender como estos influyen en la humanidad dentro del contexto en que se desarrolla. Se toma en cuenta la época donde surge para realizar una narración de los eventos en un lenguaje hablado o escrito que pueda ser comprendido por la audiencia que se pretende impactar sujetándola a la razón o la interpretación teológica que el historiador le pretende dar. Puede funcionar como parte de las humanidades por ser la narración un arte y el arte en si (pinturas, poemas y etc.) pueden expresar la historia de una época. No se puede separar del todo de las ciencias sociales porque hay ciertas áreas del estudio histórico que son casi indistinguibles del trabajo realizado en las ciencias sociales. Ya se estableció en lo previo expresado lo que significa historia basado en los factores que la influyen y a continuación se expondrá como la esta ha impactado mi vida en el Puerto Rico de hoy.
Desde temprana edad he sido impactado por la misma ya que mis padres (por alrededor de 30 años) se han desempeñados como docentes de Historia. Estos me recalcaron sobre la importancia de la cultura puertorriqueña. La historia me llevó acercarme a mis raíces indígenas y por lo tanto fui participe de varias actividades locales y regionales que resaltaban la cultura taína de Puerto Rico en donde con tela de saco, plumas y pintura participaba en areítos. Me disfrutaba cada una de esas actividades al punto que eso influyó para que decidiera perseguir la misma carrera de mis padres. Aquella pequeña semilla que fue plantada en mi corazón desde temprana edad, ya había germinado y su fruto era el amor hacia todo aquello que es sinónimo de Puerto Rico.
Al entrar al Departamento de Educación, me percato de varias cosas en el estudiantado que me fue asignado: primero, los estudiantes desconocían la historia de Puerto Rico; segundo, demostraban poco interés por que no la consideraban como algo importante que los ayudaría a generar ingresos; y por último, el marco curricular de estudios sociales e historia está diseñado para crear prosélitos hacia el partido político que este gobernando. Mi gran reto es ¿cómo podía cambiar esta percepción del estudiantado y a la vez hacerle frente a las políticas del Departamento de Educación? En las escuelas, que he fungido como docente, me he topado que no hay libros de historias y si los hay, son poco (en mal estados y no actualizados). Como tengo un compromiso moral con mi patria y mis estudiantes, he invertidos en libros de historias que se atemperan más con la verdad objetiva de los hechos y no la verdad que el sistema quiere impulsar. Trató de enseñar cada uno de los sucesos objetivamente sin dejar que las pasiones ideológicas me dirijan en el proceso. El problema que el estudiantado ya viene con ideas preconcebidas de sus padres y cuando se le muestra la verdad histórica, esto les causa un conflicto que (aun mostrando la evidencia) se resiste a creer porque es más fácil seguir en el engaño que cambiar su forma de pensar. Los gobiernos de turnos son los que deciden que libros y temas se van a enseñar y cuales se van omitir lo que convierten en cierto modo al maestro de historia como cómplice del engaño que se le vende. Tal es el grado que en el currículo de Historia de Puerto Rico de Escuela Superior han eliminado el capítulo de los indígenas de Puerto Rico y comienza con La Colonización y Conquista de Puerto Rico. En pocas palabras dejando en ver que la historia de La Isla comienza con los españoles y previo a eso no hay historia. No puedo hablar de la historia de mi país si obvio las raíces del mismo. Los Taínos son las raíces de esta patria y sin ellos no existiéramos nosotros. Esta actitud de desprecio hacia nuestros antepasados nos ha llevado a la crisis de identidad que tiene el pueblo puertorriqueño donde en el censo de 2010 (el 70% de la población) se identificó como “blancos”. Si esos datos fueron ciertos, significa que 7 de cada 10 personas con las que interactuamos deben ser blancos y en mi experiencia he visto que la mayoría son marrones, negros o entre medio.
Decía Albizu Campos que “aquel que no está orgulloso de su origen no valdrá nunca nada porque empieza por despreciarse a sí mismo”. Precisamente el desconocimiento de nuestra historia, nos ha llevado a despreciarnos al punto que nos sentimos inferiores a los estadounidenses y la mayoría se ha creído el cuento que sin ellos no podemos sobrevivir. Cuando en el salón de clases se comienza “a tumbar la pared de los engaños”, se recibe oposición y censura por parte de la administración escolar, compañeros y hasta de los padres de alumnos que apoyan ese tipo de pensamiento. Todo lo que tenga olor a patriotismo, nacionalismo e independentismo, no es aceptable en el sistema. He inclusive (en las escuelas que he laborado) las actividades de otras materias y/o reuniones mayormente se llevan a cabo en el periodo de la clase de historia de Puerto Rico. Esto lleva al estudiantado a pensar que la clase de historia no es importante. Tengo la experiencia “de primera fila” que cuando un grupo de alumnos necesitan completar un trabajo de alguna materia, me “cortan” la clase para utilizar mi periodo para completar dicha tarea y cuando he reportado la situación, se me indica que las clases de español, inglés, ciencias y matemáticas tienen prioridad porque son las evaluadas en las pruebas metas. Sin la historia no pudieran existir las demás materias porque si alguien no hubiese preservado e investigado ese conocimiento, no hubiese llegado hasta nosotros.
Imagínense que nunca se nos hubiera enseñado sobre la esclavitud y lo indigno e injusto que es esa condición, ¿crees que no pudiera suceder nuevamente? “Aquel que no conoce su historia está condenado a repetirla”. Esta famosa frase aunque no se puede precisar quien la origina no deja de ser cierta en el Puerto Rico de hoy en el cual cada cuatro años se nos olvidan aquellos que saquearon las arcas públicas, y los volvemos a llevar al poder. Lo mismo pasa que le atribuimos a la Metrópoli una bonanza con la isla cuando la historia nos revela que este territorio ha funcionado como laboratorio para los estadounidenses. Muchos le achacan al estatus político los problemas sociales de nuestra nación y (aunque gran parte emana del mismo) el problema más grande que tiene este país es la ignorancia sobre la historia de este “país”. ¿Cómo es posible mirar al Comandante General Nelson A. Miles como un héroe que vino a rescatar a Puerto Rico (de las manos de los españoles) cuando ese individuo fue el autor de la Masacre de Wounded Knee de la Nación Soiux? ¿Cómo el puertorriqueño piensa que Estados Unidos nos va hacer justicia cuando tiene a su población autóctona presa en reservaciones y al día de hoy no cumple el tratado que tiene con Standing Rock y quieren invadir sus terrenos para la construcción de un gasoducto? Si así tratan ellos a los verdaderos americanos, ¿qué se puede esperar con nosotros? Si el puertorriqueño conociera realmente su historia, estuviera abogando por su independencia y no por la colonia y/o la anexión. Antes de conocer estos detalles de la historia, yo en algún momento me incliné por el “status quo” porque también pensaba que sin Estados Unidos no podíamos sobrevivir pero luego de estudiarla, me di cuenta que la relación colonial con la Metrópoli, es un gran obstáculo para nuestro desarrollo.
Para concluir la historia juega un papel importante en mi vida ya que (primero) mis padres se conocieron estudiando la misma. Luego de tenerme, me la enseñaron y me inculcaron la importancia que tiene en nuestras vidas. A través de esta, descubrí mis raíces indígenas y me involucre en actividades que me acercaran a la cultura taína. Ese acercamiento me desarrolló una amor hacia mi patria que me llevó a estudiarla cumplir con el compromiso de instruir a las futuras generaciones con la verdadera historia la cual por muchos años se nos ha sido negada.
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